Aunque es bien sabido que realizar ejercicio de manera regular mejora aspectos como la resistencia física, el bienestar general y fortalece cualidades como la disciplina, la constancia y la fuerza de voluntad, el deporte también juega un papel clave en la prevención de diversas enfermedades que son comunes en la actualidad, como la hipertensión, la diabetes, la depresión e incluso ciertos tipos de cáncer o enfermedades cardiovasculares.

Muchas de estas patologías tienen un efecto directo sobre la salud visual, lo que podría provocar pérdida de la visión o problemas oculares a largo plazo si se desarrollan. Sin embargo, la solución está en el deporte y en convertir el ejercicio físico en un hábito, ya que estos ayudan significativamente en la prevención de estas afecciones.

En términos generales, la actividad física es fundamental para prevenir las enfermedades mencionadas previamente; no obstante, existen dos tipos de deporte que contribuyen de manera especial a mejorar la salud ocular.
Deportes recomendados para mejorar la salud ocular
En primer lugar, el ejercicio aeróbico, que favorece una adecuada oxigenación de los ojos y puede practicarse a través de deportes como la natación, el ciclismo o el esquí.

En segundo lugar, se recomiendan deportes que demandan una gran coordinación visual y espacial. Ejemplos de esto son el tenis, el pádel o el golf, los cuales ayudan a reducir la posibilidad de desarrollar miopía. Además, si se desea ejercitar los músculos oculares, lo ideal es practicar actividades como el tiro con arco.

Es importante también tener precauciones para proteger la vista, ya que pueden ocurrir lesiones oculares, pero…
¿Cómo prevenir las lesiones oculares?
A pesar de los beneficios de la actividad física, nuestros ojos están constantemente expuestos. Por ello, es fundamental adoptar ciertas medidas preventivas para garantizar un cuidado adecuado de la vista, especialmente durante la práctica de algunos deportes.
El uso de gafas protectoras es esencial para el cuidado ocular. En deportes como el esquí o la escalada, las gafas protegen contra los efectos perjudiciales de los rayos ultravioleta. En el ciclismo, ayudan a evitar que cuerpos extraños lleguen al ojo y dañen la córnea. Además, en actividades acuáticas, las gafas son necesarias para evitar el enrojecimiento ocular y prevenir infecciones oculares.
